lunes, 3 de marzo de 2008

Con tanga, y en el METRO

Ayer por la mañana fui a dar un corto pero intenso paseo por el parque del Retiro, junto a mi buen y querido amigo Gerico.

A la vuelta de este pequeño pero intenso paseo, que por otra parte nos sentó maravillosamente bien, ya que nos sirvió para relajarnos de todas las tensiones que acumulamos durante toda la semana.

De regreso decidimos hacerlo en metro, que por pura y rara casualidad mira tu por donde funcionaba a las mil maravillas, lo cual me hizo pensar ( joder, es que para que en esta puñetera y hermosa ciudad como es Madrid tiene que ser Domingo o alguna fiesta de nuestro largo y basto santoral, par que de una puñetera vez funcione bien nuestro cochambroso metro)

Cuando íbamos mi amigo y yo en un abarrotado vagón, por que todo ahí que decirlo que en cuanto salen cuatro rayitos de sol todo se llena de niños desquiciados pegando berridos y de padres, los cuales solo piensan en llegar al parque para soltar a sus pequeñas fierecillas para que se desfoguen con la poca naturaleza que queda en el retiro.

Como os iba diciendo mi amigo y yo íbamos tranquilamente cuando nos llamo la atención un grupo de unos 5 adolescentes que no tendrían más de 16 tiernos y frágiles añitos.

Poco a poco me fui metiendo disimulada mente entre la gente que abarrotaba el vagón para ponerme justo al lado de este grupo de tiernos y frágiles adolescentes,y así poder enterarme de que estaban hablando por que por las risas parecían pasárselo muy bien.

Me coloque justo al lado de la única chica que iba en este tierno y angelical grupo, que entre risas y alguna que otra pequeña gamberrada parecían estar pasándoselo de puta madre.

La chica en cuestión una preciosa rubita bastante guapa y con un cuerpo que a todos sus amigos les hacia que se les cayera la baba, por lo ajustada que vestía.

Les iba contando sus babosos amigos una curiosa anécdota, la cual me dejo un pelín des concentrado y bastante perplejo, ya que la preciosa y frágil rubita les estaba contando a sus amigos la completa y extensa colección de tangas que guarda en el armario de su habitación, ( que si uno tenia una lengua en cierto sitio, que si otro tenia unos corazoncitos muy sexys y que sobre todo el que más la debía de gustar uno de camuflaje, joder pensé yo es que ahora las partes más intimas de las mujeres se camuflan, ni que en su extensa selva se escondiera RAMBO.

Mi amigo y yo intercambiábamos miradas y sonrisas maliciosas al oír tan excitante - conversación, y ya cuando salimos del vagón en nuestra estación fuimos por los pasillos que nos conducían a la salida comentando la curiosa y erótica charla que la jovencita nos había regalado.

Al oír a esta tierna y frágil adolescente detallar a sus amigos su extensa colección de ropa interior, pensé para mis adentros en que si me estaría convirtiendo en un aburrido y viejo carca que se ruborizaba al oír como un chiquilla de 16 años explicaba a sus amigos como son los tanguitas y las braguitas que le compra su quridisima mamá.

BUBÚ

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