sábado, 29 de marzo de 2008

CON LA CASA ACUESTAS

Os preguntareis que tienen en común los indigentes y los caracoles, pues aunque os creáis lo contrario los indigentes y estos pequeños animalitos tienen muchas cosas en común.

En primer lugar los caracoles siempre van con la casa acuestas, que como los indigentes van con las pocas pero para ellos preciosas pertenencias que aún les quedan, en otros caso son meros cachivaches que recogen en los contenedores de basura los cuales venden por unos pocos céntimos.

Esos pasan el día rebuscando y mirando entre los contenedores de basura para rebuscar alguna cosa que poder vender, siempre acompañados de su inevitable carrito para trasportar el botín de guerra que para ellos es como si fuera un gran tesoro .


Otra de las coincidencias es que se desplazan a muy poca velocidad, como si fueran verdaderos caracoles, parándose a tomar el sol en cualquier banco de un parque o jardín, porque para un indigente no existe el tiempo y se toma la vida con mucha calma y filosofía, ensimismados en sus recuerdos de una lejana y antigua vida que seguro fue mejor.

Estas personas las cuales se sienten abandonadas y en muchos caso engañadas por las falsas promesas , que desde los distintos estamentos públicos como desde algunas asociaciones o fundaciones, solo quieren pasar en día de la mejor forma posible sin meterse en ningún tipo de problema y pasar lo más desapercibido posibles en algún apartado rincón junto a su fiel amigo el cartón de vino barato que compran a primera hora del día y el cual les hace compañía durante todo el resto de la jornada ayudándoles a que no recuerden que son la escoria que nadie quiere junto a ellos.

Por que no debemos de olvidar que a ninguno de nosotros nos gusta que cuando estamos sentados en un banco de algún parque se nos siente al lado ninguna de estas personas, olvidando que no hace muco tiempo ellos también formaban parte de nuestra sociedad, pero que por circunstancias de la vida se han visto abocados a terminar mal viviendo en la calle y durmiendo en cajeros automáticos o en los propios bancos de los parques.



BUBÚ

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