martes, 4 de marzo de 2008

una ciudad en huelga

En un alejado y apartado país, llamado Añapes, concretamente en su capital Dridam, hubo una época en la cual todos sus ciudadanos decidieron hacer huelga. Loa conductores de autobús, los barrenderos, los funcionarios hasta los servicios de limpieza del metro y de los hospitales.
En esa apartada y lejana ciudad tenia la mayor cifra de vagos y mendigos entre todas las ciudades del reino, los cuales estaban todo el día tirados en la calle sin hacer absolutamente nada, por ello no eran bien recibidos entre los habitantes de la ciudad, los cuales se negaban a que por parte de los gobernantes se les diera ayudas económicas y se les diera un buen alojamiento, en alguna de las muchas posadas que había en la ciudad.
Ya que por parte de los gobernantes de estas gran urbe, gastaban alegremente los abusivos tributos que cobraban a sus ciudadanos, en pagar fastuosas fiestas que se celebraban en los palacios reales.
Como nadie quería a los pobres y a los vagabundos y viendo esto que como todo el mundo hacia huelga, ellos también decidieron ir a la huelga.
¿Pero a los vagabundos se les presento un grave problema? Por que como ellos no trabajaban y por tanto no tenían patrones a quien Debian reclamarles sus rehivindicaciones y sus derechos.
A quien deberían de pedir que se les aumentare las misarables limosnas que por parte de los gobernantes les daban para que pudieran mal vivir
Los vagabundos decidieron hacer una reunión en unos parques cercanos a los palacios reales, para acordar entre todos las medidas que debian de tomar para que se les aumentara sus limosnas mensuales.
Unos decían que hacer una manifestación, otros eran mas radicales y opinaban que Debian de hacer cortes de trafico en las carreteras y en las vías de los ferrocarriles.
Así estuvieron discutiendo durante horas y parecía que nunca iban a llegar a ningún tipo de acuerdo para así reivindicar un aumento.
Hasta que de repente desde lomas profundo de los jardines, se oyó la voz de un viejo y encorvado vagabundo: Amigos llevo oyendo desde hace muchas horas lo que opináis que deberíamos de hacer para que nos aumenten nuestras limosnas, pero si nosotros no hacemos nada durante todo el día ( dijo el viejo vagabundo)
¿Por que no hacemos nuestra huelga al revés de todos los demás y así les demostramos que no somos ningunos parásitos y que podemos servir para algo?
Unos recogeremos las basuras, otros limpiaremos los palacios y los hospitales y los demás conduciréis los autobuses.
Tras unos instantes los vagabundos dudaron, pero al final todos decidieron hacer lo que les había dicho el anciano.
A los pocos días la huelga había terminado y todos los ciudadanos que habían ido a la huelga se reincorporaron a sus respectivos puestos de trabajo, habiendo conseguido aumentos en sus sueldos.
Todos, ¡¡¡ NO!!! por que a los mendigos que habían conducido los autobuses, barrido los palacios y limpiado los hospitales, no les dieron ni las ¡¡¡GRACIAS!!!
BUBÚ

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